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El teatro extrae de los libros lo mejor de la esencia humana, temores e ilusiones con la representación de hechos pasados y también de historias ficticias tras los telones. Detrás de la caja escénica de todo teatro hay una trastienda, un espacio llamado chácena o backstage que se oculta detrás de la tela negra final situada al fondo del escenario.

Durante el desarrollo de toda obra de teatro tanto el regidor como el tramoyista dirigen y organizan el previo de la función, desde vestuario y decorados, pasando por la revisión del guión escénico. Detrás de esa tela negra son muchas las personas que trabajan con apariencia embarullada, pero minutos después todo cobra sentido frente al proscenio a ojos del espectador.

El escenario de todo teatro está rodeado por una tela negra dividida en porciones que da acceso a los actores por los laterales y el fondo, pero también en su parte superior tiene la función de ocultar los artificios como iluminación y mobiliario.

El efecto que causa una tela negra es la de un lugar sin fondo, sin referencias, para dar énfasis a la escena, los objetos y las personas. Los actores se apoyan en los elementos escenográficos que son en definitiva lo que arropa y define el conjunto de la escena.

Actualmente existen dos tipos de escenas, las minimalistas donde el actor queda solo en el escenario estando solo y las hiperrealistas que conlleva un atrezo recreando fielmente el pasaje de una historia.

En la primera los actores tienen que someterse a una presión mucho mayor, teniendo que romper la cuarta pared al no tener más que una tela negra detrás.

Un escenario vacío deja al desnudo e indefenso al actor, haciendo que se enfrente a sus miedos escénicos, pero hay actores que incluso prefieren actuar sin guión, sin vértigo ante el vacío infinito de una caja escénica negra al que se enfrentan y que otros temen tanto, sin contar con el apoyo de un texto y una dirección marcadas de antemano.

Por su parte los fondos de escenarios son lo más importante para la escena, dejando oculta por completa la tela negra ignífuga que se sitúa al fondo. Desde grandes lonas pintadas manualmente a telones diseñados digitalmente intercambiables por medio de tiros de cuerdas por poleas, suponen una opción para adaptar rápidamente cada escena.