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Tras años de deterioro el Teatro Guerra por fin abre sus telones, inaugurado en la primavera de 1861, el Teatro Guerra se convierte así en una muestra representativa de la arquitectura lorquina del s. XIX. Tras los daños causados por el terremoto que sacudió Lorca, el Teatro Guerra ha estado un largo tiempo en reformas. Ahora y gracias a las inversiones realizadas por el Ayuntamiento de Lorca, a través de la Concejalía de Cultura, por fin luce hoy día con un aspecto impecable.

Con esta gran inversión, se han podido hacer  una esmerada reparación de paredes, humedades y posterior pintado, las cortinas para palcos visten ahora haciendo destacar aún más su interior, junto con los adornos de las balaustradas en forja, tanto en los mismos palcos como en tribuna.

Además de conseguir una mejor eficiencia energética, la digitalización y la accesibilidad. La parte más importante del proyecto supuso el cambio de toda la iluminación del espacio escénico del Teatro. También el telón cortafuegos ha sido revisado y reparado, sustituyendo los elementos mecánicos deteriorados por el uso como los sistemas de guías laterales de acero, el rodillo metálico inferior del telón textil y la estructura metálica de sujeción y se han sustituido los finales de carrera y el contrapeso inferior.

Con un aforo para 606 personas, la tapicería de sus butacas fueron limpiadas y protegidas durante los días que duraron las reformas. Estas butacas para teatros son robustas y cómodas gracias a su estructura metálica combinada con madera noble y un generoso tapizado, las butacas del Teatro Guerra de Lorca tienen una firmeza en su asiento adecuada para que la sedestación del espectador sea ergonómicamente saludable.

Se ha procedido al cambio completo del cuadro de mando del control de luces, por otro adaptado a la iluminación LED, ya que por los años el anterior estaba muy deteriorado y debido a las humedades podría haber provocado un incendio. Al mismo tiempo se ha sustituido la iluminación en el escenario, concretamente en el fondo y los laterales, independiente de la luz de escena, con el objetivo de disponer de una iluminación de baja y media intensidad durante las representaciones.

Su telón de teatro principal con apertura en guillotina está sustentado por un juego de tiros de poleas, completamente renovados y que deja ver el telón pictórico creado por Muñoz Barberán, inspirado en motivos venecianos y en personajes de la comedia del arte, es un homenaje a Carlo Goldoni considerado el padre de la comedia realista italiana.

En el techo, siguiendo el mismo patrón de la antigua pintura, se representaron a las nueve musas en las pilastras y en los paños ocho autores teatrales de nuestro Siglo de Oro con una escena de sus obras más afamadas.