Lo que la industria del cine aporta a la sociedad ya lo sabemos de sobra, aunque siempre nos sorprende con películas, actores y nuevos efectos especiales, hay un sector como el de los fabricantes de butacas que han redirigido su mirada hacia los hospitales.
El producto que sale como resultado de los fabricantes de butacas es la de crear un ambiente familiar y amigable en muchos hospitales, incorporando colores alegres, donde los niños, padres y madres pueden sentirse por momentos como si estuviesen en el cine, disfrutando de una buena película. De esta forma se consigue administrar una inyección de optimismo y superación en los pacientes.
Junto con otras iniciativas, este tipo de acciones contribuyen a una mayor humanización hospitalaria, que viene a complementar la asistencia sanitaria de los pequeños pacientes en pro de su atención integral. Esta cercanía a la realidad cotidiana tiene como objetivo conseguir que los niños, durante el tiempo que estén hospitalizados, se encuentren como en casa, que el ingreso hospitalario no rompa con las actividades de la vida diaria en la medida de lo posible.
El principio de estos sueños comienza con los diseños de butacas, de un material más cómodo, acolchados blandos y a la vez seguros, que respetan las normativas de seguridad contraincendios, demuestran que con la combinación de coloridos tapizados se puede ambientar rápidamente una sala de cine por pequeña que sea ésta.
Otra de las funcionalidades de estas butacas es la de adaptar un espacio o ludoteca en los hospitales, con formas y figuras fabricadas con espumas de densidad media, hacen las delicias de los más pequeños en momentos en los que necesitan un juego pedagógico que les distraiga y les sumerja en un mundo de ocio y diversión con otros niños.
La pedagogía infantil en hospitales es una herramienta que mejora y acelera la salud de los niños y niñas ingresados. En los casos donde los ingresos son por causas oncológicas, la atención debe ser especialmente cuidadosa, pero normalizada, haciendo que los niños que lidian con esta grave patología se sientan como en casa.
Por ello las salas pequeñas de cine que se habilitan en muchos hospitales, como en Yecla (Murcia), Madrid o Sevilla, hacen que la experiencia inmersiva con el cine acabe por olvidar al niño el problema que tiene.
Con butacas de cine tan alegres, los niños y niñas hospitalizados llenan sus mentes de alegría e ilusiones al momento, ayudándoles a integrarse rápidamente en un momento completamente diferente, olvidando el lugar en el que están.
Son muchos los hospitales que están interesados en habilitar una pequeña sala de cine para niños y padres, que tienen que lidiar con una larga estancia. Por ello animamos a estos hospitales a solicitarnos presupuesto para la fabricación e instalación personalizada de salas pequeñas de cines, que incluyen, butacas, moquetas, proyectos, sonido, etc… y todo con la garantía de los materiales más modernos y eficaces en medidas de contraincendios.