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La industria del cine en general ha entrado en un embudo como consecuencia de la pandemia del coronavirus, siendo muchísimas las películas de estrenos las que se están aplazando incluso más allá del año 2021, por no decir de manera indefinida. De hecho todo tiene efectos colaterales para la industria auxiliar que sirve de mantenimiento y apoyo a este sector tan importante del ocio.

Empresas dedicadas a la limpieza, paradójicamente ahora con la nueva apertura de las grandes salas tendrán más trabajo que nunca y por ello tendrán que establecer controles y pautas de higiene entre sesiones, haciendo hincapié en la limpieza de butacas, alzadores infantiles, pasamanos de acceso a la sala, puertas, baños, etc…

Al margen de las medidas de higiene, la reducción de aforo afectará a la taquilla, que será otro frenazo para los nuevos estrenos que aún no se sabe cómo van a exhibirse ni cuándo. La idea más factible según fuentes del sector es  aumenten las sesiones matinales, aunque se tendrá que ver los precios de las entradas, que si bien tuvieron una rebaja en el iva del 21 al 10% en el año 2018, no ha supuesto una bajada significativa para incentivar la asistencia de más público.

La preocupación ahora es la acumulación de estrenos que se van a producir con la entrada del verano y por ello muchas películas entrarán en un vórtice de encarnizada competencia juntándose todas para este otoño e invierno. De esta manera las producciones más modestas tendrán que compartir cartel con otras de gran renombre, por lo que pueden verse afectadas en la venta de sus entradas y por consiguiente algunas producciones no verán compensadas sus cuentas de resultados.

Por otra parte y en vistas a la nueva adaptación que tendrán que hacer los grandes centros de ocio con multicines, con vistas a una mayor higiene, muchas de ellas tendrán que tomar decisiones que afecten a su equipamiento, como son las butacas de cines, las cuales en muchos casos tienen una superficie que no invita a una higienización rápida, dado que sus tapizados son de textiles tejidos y no en polipieles, que es lo más recomendable para estas situaciones.

Estos posibles cambios puede que provoquen un repentino movimiento en cuanto a la industria auxiliar de instalaciones y equipamiento para cines o teatros, que tendrá que movilizarse rápidamente para adaptar dichas butacas con tapizados más susceptibles a la limpieza, con superficies tanto ignífugas como antibacterianas.

Podríamos decir que en términos globales, en todos los países se dará una situación análoga y al mismo tiempo los productores de materiales y accesorios para estos cines verán un incremento en sus pedidos, como consecuencia de la readaptación, como por ejemplo en el retapizado de butacas, cortinas acústicas para cines o nuevos alzadores infantiles.