Hasta Valdemorillo nos fuimos para realizar el retapizado de 230 butacas de su Teatro Giralt Laporta, que consistió en el desmontaje de todas las butacas y sus partes para restaurarlas y retapizarlas por completo. Un trabajo que requería una atención urgente para que el deterioro de muchos de sus asientos y respaldos no fuera a más, devolviendo a este emblemático espacio cultural un aspecto totalmente renovado.
Es curioso cómo ayuntamientos como el de Valdemorillo han sabido mantener viva su historia y cultura, integrando su patrimonio industrial a su cultura popular como podemos ver en las fotos, integrando su antigua fábrica de vidrio con un teatro. El hecho de conservar elementos que nos identifican culturalmente o elementos que de una manera u otra, ha formado parte de la historia, aseguran la transmisión de esa historia y cultura generación a generación.
Hoy día las casas de cultura son el medio para difundir y promover la formación y la educación a través del ocio, tan importantes que generan espacios de participación ciudadana para la protección de las expresiones culturales heredadas y heredables, la creación y producción de nuevas expresiones, sobre todo para preservar las costumbres de cada lugar, haciendo que el diálogo lime las diferencias y diversidades, acercando culturas locales, nacionales e incluso internacionales.
Una casa de cultura con un encanto especial, por su construcción y ubicada dentro de las antiguas chimeneas de vidrio de la misma población, necesitaba una renovación completa de sus butacas, que tras su instalación hace ya 22 años, muchas de ellas ya presentaban signos de un alarmante deterioro.
Con una espectacular arquitectura que mantiene viva las crónicas de una industria pasada, este edificio es el más emblemático de Valdemorillo y, prácticamente se ha convertido en el centro de la vida cultural del pueblo, donde se organizan exposiciones, obras de teatro, danza, conciertos, proyecciones de cortos, etc.
Más de dos décadas después de su inauguración, en mayo de 1999, el Auditorio-Teatro de la Giralt Laporta vuelve a lucir como nuevo una vez completado el retapizado del patio de butacas, qua varía ahora su imagen al introducir un cambio también en la tonalidad del nuevo material empleado, ya que del azul se ha pasado al rojo como color que unifica todos los elementos textiles que lo adornan.