Noches largas sentados en butacas cómodas te esperan cuando acudes a un certamen de teatro maratoniano, con las dudas de si vas a poder llegar a la última sesión. Pero a medida que transcurren las obras de teatro, te vas dejando llevar y vas identificándote con cada personaje. Te involucras y te conviertes en un niño, animal, extraterrestre, indio y un sin fin de historias.
Una madrugada de teatro es inolvidable, donde se comparte entre sesiones y en la vorágine colectiva, sentimientos, opiniones, risas y viviendo finalmente una experiencia inolvidable.
Este tipo de certámenes suelen durar entre 3 y 4 días, pudiéndose dar distintas tipologías o géneros literarios, así como en formatos variados, como microteatros, monólogos, musicales o incluso la proyección de pequeños cortos cinematográficos.
La variedad es la combinación perfecta para pasar una noche mágica con amigos sentados en unas cómodas butacas, viviendo una experiencia cultural transcendental como la de asistir al teatro, termina por remover lo más profundos cimientos del ser en quienes asiste a tal extraordinario espectáculo.
Con tan variados temas, se puede encontrar en un certamen de teatro el gusto en aquello en lo que nos sentimos más atraído, pero también por aquello otro en lo que aún no lo habíamos leído desde otro punto de vista. Sentados en unas cómodas butacas, las horas pasarán de largo sin que te des cuenta.
Las mejores butacas de teatros no son aquellas donde la comodidad destaca por sus excelentes acolchados, ni su perfecta ergonomía, tampoco son mejores aquellas butacas que ofrecen unos tapizados de primera calidad en cuanto resistencia a la tracción en su tejido se refiere. Las mejores butacas se construyen aportando un valor útil, un intangible perdurable que nos recuerde la solemnidad, el trabajo bien hecho y la evolución sin perder la esencia.
Al igual que la cultura aclara la mente y asienta los posos de aquellos pensamientos tóxicos, una buena butaca de teatro como la Metoll nos sirve para relajarnos, anclará la mejor predisposición que tenemos en nosotros para adsorbernos al escenario sin darnos cuenta.
No somos constructores de butacas de teatros, vamos más allá para aportar algo más que un producto, estamos construyendo valores esenciales que cambien el mundo. Queremos ser la semilla que despierte la curiosidad de querer descubrir y seguir aprendiendo más sobre el teatro y para ello somos un grupo de personas que trabajan día a día para facilitar a este sector la infiltración necesaria y justa de mensajes reveladores que despierten el interés y la motivación.
No importa el trabajo arduo que hay detrás de una butaca de teatro, desde que se diseña sobre planos, el marketing de contenidos que durante horas, días y meses o el esfuerzo por los recursos que realizamos para hacer llegar a nuestro público objetivo el branding de un producto como el que manejamos. Nuestros objetivos y expectativas se ven cumplidos cuando el público que asiste a un teatro se siente recompensado, volviendo una y otra vez, ya que contribuimos con nuestro granito de arena al fortalecimiento de un sector cultural tan importante como es el de las artes escénicas.