El Teatro de Capitanía de la Plaza de España en Sevilla es una extraordinaria joya de la arquitectura, construido para la Exposición Universal Iberoamericana de 1929, fue una obra de Manuel de la Cuesta Ramos. Destacando su singular y grandiosidad de su cúpula hecha de vidrio decorativo vitral o vidriera policromada.
Su vidriera es plana aunque da la impresión de ser cóncava, como si fuese una media naranja, realmente es un efecto óptico curioso, destacando con los reinos de España, los reflejos del Sol y mil detalles llenos de color que realizaron «The Decorative Art» de Estados Unidos.
Son muchos otros los elementos que destacan en esta gran obra oculta en la sede de la Capitanía General en la Plaza de España. Sin duda su gran cúpula no deja indiferente a nadie, aunque también sus butacas tapizadas en terciopelo siguen manteniéndose en muy buen estado.
Se distribuyen para dar aforo a 600 personas, siguiendo la forma elipsoidal, este teatro consta de de dos niveles, el patio de butacas y anfiteatro o piso superior para 450 y 150 asientos respectivamente.
Su escenario con una embocadura de diseño en arco carpanel queda totalmente simétrico, situándose detrás un generoso bambalinón y su telón con apertura en americana.
El aspecto aterciopelado de sus tapicerías le da una elegante y clásica imagen a este impresionante teatro que da servicio para no solo obras de teatros, sino que también se utiliza para salas de actos y conferencias.
El estilo de butacas de este teatro está realizado en madera noble de nogal con un recubrimiento de sus apoyabrazos del mismo tejido que la tapicería. Estas butacas tienen un componente de ebanistería en sus reposabrazos.
Estas técnicas permiten a los ebanistas crear piezas únicas y detalladas, convirtiendo la butaca en verdaderas obras de arte
Generalmente las butacas de madera en teatros que cumplen más de 100 años, pueden presentare un deterioro claro y notorio en la tapicería, que en ocasiones pueden encontrarse oxidaciones causadas por los elementos de fijación como son los clavos o grapas. Dependiendo de los ciclos de usos que cumplan, muchos teatros se ven obligados a un retapizado nuevo de sus butacas.
En estos nuevos retapizados las técnicas de tensado de las butacas se realizan minimizando el tensado del tejido con el uso de grapas, precisamente para evitar su oxidación. En todo caso se procura en su lugar el uso de grapas en acero inoxidable especiales para tapicerías en butacas.