¿Nos hemos vuelto locos?, puede que sí y puede que tenga remedio, todo depende del momento vivido tan real como la vida misma recreado sobre un escenario. ¿Para qué sirven entonces los telones sin teatro?, una paradoja que nos incita a «actuar sin actuar», la improvisación dirigida en un juego de roles.
Así es como el teatro se encarga de ofrecer una alternativa con el psicodrama, una terapia para exponer los problemas mentales que sufre hoy día la juventud, personas mayores, trabajadores, etc…, con un método abierto, divertido y desenfadado, no solo causado por la pandemia, también por el aislamiento tras las nuevas tecnologías y las consecuencias fatales que causan sobre la conducta.
En cualquier teatro estamos acostumbrados a ver sobre su escenario un gran telón rojo de terciopelo con la clásica apertura en americana, bonito y bien vestido por ornamentos como bordados, grecas y flecos, que en ocasiones tienen una historia centenaria tras ellos. Pero en el teatro vital o psicodrama utilizado como psicoterapia se utiliza un telón circular 360º, preferentemente de color negro para que el grupo de alumnos que van a desarrollar la terapia no tengan distracciones ni referencias externas de ningún tipo.
Los telones para psicodramas son circulares completamente, colgados por un riel que pende de un truss o bien fijado directamente al techo. Como son para aislar de la visión exterior no suelen ser muy pesados, aunque también se pueden instalar telones acústicos 360º para aislarse del ruido externo y así poder tener una mayor concentración durante las terapias.
¿Por qué un telón 360º y no cuadrado?, porque el círculo promueve el movimiento continuo, tiene una apariencia más amigable y fluida que un cuadrado o rectángulo, al tener aristas o esquinas las personas pueden sentirse más enclaustrados.
En un telón circular se evoca la perfección, lo infinito puesto que nunca termina. También es sinónimo de protección, movimiento y adaptabilidad.
En algunos ámbitos también es utilizado para transmitir vida social y creatividad, pero en nuestro caso como es el mundo del teatro, se quiere acentuar la expresividad, creando una atmósfera de complicidad entre los participantes a la terapia, sin miedos y sin complejos.