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Los títeres han sido un arte muy popular en España durante el Siglo de Oro, definiéndose como un pequeño teatro de muñecos en diferentes modalidades según la forma en que se manipulan. Con casi cuatro siglos de antigüedad aún se mantiene su cultura y sus pequeños telones siguen abriéndose para disfrute de grandes y pequeños.

El títere de cachiporra suele ser el más divertido, salvo en raras excepciones, un muñeco de tela (del tipo títere de guante) y es uno de los géneros o variantes más representativos para el entretenimiento de los niños.

Su funcionamiento es bien sencillo, con los dos brazos colgantes que se mueven con los dedos pulgar y anular, o como aspas con un giro de la muñeca del titiritero, y una cabeza, de trapo, fieltro, pasta, plástico u otros materiales similares, que permite meter en su interior uno o dos dedos.7​

El argumento, básico, atávico e infantil, suele tener como desenlace, como en muchas historias de los títeres tradicionales, una buena paliza, varias persecuciones a garrotazo limpio y un gran cachiporrazo final que deja K.O al malo de turno.

El títere de cachiporra suele ser, salvo en raras excepciones, un muñeco de tela (del tipo títere de guante), con los dos brazos colgantes que se mueven con los dedos pulgar y anular, o como aspas con un giro de la muñeca del titiritero, y una cabeza, de trapo, fieltro, pasta, plástico u otros materiales similares, que permite meter en su interior uno o dos dedos.

Estos títeres de guante provienen de la Edad Media, que empezaron siendo su uso con finas cuerdas, aunque poco a poco y viéndose la complejidad de manejar estos títeres, se pasó a usar los guantes a partir de la baja Edad Media en adelante.

En la historia de los títeres, hay que destacar a Guiñol (procedente de Lyon), Punch (Inglaterra) y Kásperle (centroeuropeo), junto con la versión castellana del Retablillo de Don Cristóbal, escrita esta obra por Federico García Lorca.

Estos pequeños teatros encierran grandes virtudes y gracias al Centro Nacional de la Unión Internacional de la Marioneta, una Organización No Gubernamental y beneficiaria del estatuto consultivo de la Unesco pone en énfasis valores humanos, la paz y el razonamiento entre los pueblos sin distinción de su raza, religión o creencias políticas. Una labor cultural que empieza desde los más pequeños a edades muy tempranas y transmitiéndoles estos valores con divertidas y graciosas obras de teatros.

En España se enfoca a través de UNIMA, una asociación que reúne a personas del mundo entero que contribuyen al desarrollo del arte de la Marioneta. Además de su sede central en Madrid, existen otras de carácter autonómico, como por ejemplo en Jerez de la Frontera (Cádiz) representando a Andalucía, Cataluña, Asturias, Extremadura, etc…