Madrid: 91 218 61 28 | Andalucía: 95 566 49 67 | Barcelona: 93 299 09 74 comercial@decoratel.com

Un teatro como el Lara de Madrid con una historia tan arraigada no puede pasar desapercibido tal que así, desde sus butacas con más de un siglo de historia ya cuenta con 140 años llenos de vitaminas para las mentes ávidas de cultura.

Vitaminas en forma de palabras que dan a luz en un escenario que estrenó obras tan importantes del teatro español como “Los intereses creados”, “El amor Brujo”, o “Canción de cuna” y que hoy día continúa sin parar con una gran variedad de géneros adaptados a nuestros tiempos.

En una sociedad donde las palabras y la razón están huérfanas de mentes constructivas y equilibradas, el Teatro Lara es el nido donde se alumbran las esperanzas y que una buena parte del público asistente adopte parte de ellas para transmitirlas en su entorno.

Palabras huérfanas de significado que circulan por las calles

Sin duda este es el mal de hoy día en la sociedad hiperinflaccionada de banalismo digital, donde la apariencia sustituye a la verdadera persona. Calles llenas de gente pero vacías de rostros que inexpresivos van cabizbajos mirando el móvil, ajenos a los problemas que se suceden y que se toleran como normal.

Se reduce todo hoy día, no solo la palabra hablada, también la expresión facial, el movimiento del cuerpo como signos de comunicación complementarios y ese déficit termina creando un vacío de valores en favor de un mercado libre de ideas que a veces son destructivas.

En teatro encontramos esa cámara de génesis donde alumbran la palabras, el tono, la mímica, el gesto, el movimiento escénico, el maquillaje, el peinado, el traje, el accesorio, el decorado, la iluminación, la música y el sonido. Un compendio de atributos que dan vida a lo humano con el fin de aportar algo positivo.

Hemos valorado en muchas ocasiones el poder de la narrativa y no nos casamos de hacerlo, puesto que el don de la palabra da discernimiento y un mejor análisis de cada situación. Otorga a quien la usa con profundidad y anchuras casi sin límites con la posibilidad de abrir más opciones y entendimiento.