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La ergonomía estudia el diseño adaptativo de un asiento al cuerpo de una persona, por tanto si trasladamos esta definición al teatro o al cine está claro que sus butacas no pueden ser adaptadas a cada gusto o preferencia, pero sí se busca un estándar común a la mayoría del público atendiendo una serie de características físicas recomendadas para una buena sedestación.

Habitualmente podemos oír de la ergonomía en los centros de trabajo, especialmente en oficinas donde sus trabajadores tienen que estar muchas horas sentados. Pero cuando hablamos de un teatro pensamos que sus butacas solo se limitan a un asiento mullido.

Realmente las butacas de hoy día combinan no solo el diseño clásico con los materiales más innovadores, también se les ha dotado de formas antropométricas específicas para que tanto piernas como lumbares queden bien situadas.

Actualmente las salas vips en determinados cines nos ofrecen unas butacas totalmente regulables, con respaldo lumbar ajustable y extensiones para las piernas. No ocurre lo mismo en los teatros por ser un espacio más formal que requiere del público una quietud mucho mayor que en el cine, ya que las representaciones teatrales exigen de silencio y orden para que los actores no se despisten o distraigan.

La mayoría de nosotros pasamos buena parte del día en una carrera de fondo sentados, por lo que en muchas ocasiones podemos sentirnos con algunas molestias, sean de espalda por la posición inapropiada o por la poca movilidad que tenemos en las piernas.

También adquirimos malos hábitos mientras comemos o estamos sentados descansando en el sofá de casa viendo una película, generándonos problemas en las caderas, lumbares, dorsales y cervicales por una posición incorrecta.

Sea cual sea la actividad a la que nos dediquemos, el uso prolongado de una butaca o silla obliga a levantarse al menos durante 5 minutos cada hora para estirar los músculos y articulaciones, independientemente de la ergonomía y comodidad que posean y de la posición que adoptemos.

Por eso cuando vamos a ver una obra de teatro o una película, sentimos que la butaca es muy cómoda, con unos apoyos que hacen un reposo estable sin tener que movernos constantemente para coger una posición idónea.