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En diseño de teatros hay un mundo en arquitectura muy variada, desde su estructura e interiores las butacas son una parte esencial que acompasa a la decoración de interior. Las butacas del teatro Olympia por ejemplo son consideradas de estilo clásico, fabricadas con artesanía en madera noble y formas redondeadas.

Las maderas nobles son la materia prima más usual para la fabricación de butacas clásicas, como podemos ver en el teatro Olympia. Este tipo de maderas destacan por su uniformidad, su dureza y sus preciosas vetas, de ahí que estas butacas duren tanto. Al mismo tiempo permite que la madera pueda recibir un tallaje perfecto sin astillarse, creando formas suaves y onduladas en los reposabrazos.

Las maderas nobles para butacas de teatros han sido históricamente el distintivo de la realeza y el lujo. Algunos ejemplos son el nogal, la caoba, el roble, el cerezo, el aliso y el castaño.

En el lado opuesto los teatros modernos cuentan con un diseño más lineal y rectilíneo, de ángulos afilados y con butacas que siguen su misma línea visual para integrarse en su conjunto.

Las diferencias en cuanto a diseño pudieran asimilarse mucho con las imitaciones tan conseguidas, retrotrayéndose al neobarroco pero en butacas de teatros centenarias el problema viene dado por la eficacia de sus componentes ante un posible incendio, ya que tienen que tratarse con barnices especiales.

En cambio las butacas de hoy día están fabricadas con pvc ignífugo y estructura de acero reforzado, por no hablar de los cómodos y confortables tapizados que cuentan con espumas de poliuretano retardantes a la llama.

Hoy en día son ya muchos los teatros centenarios que respetando sus historia han renovado sus clásicas butacas, cambiando sus tapizados por otros más eficaces, sin perder el colorido y agregando el valor añadido de la seguridad preventiva contraincendios impuesto por el nuevo Código Técnico de Edificación (CTE).

Los tapizados son la parte que más sufre en una butaca de teatro, mucho más que la madera, por tener mayor fricción con el público. Por este motivo cuando el tejido ya ha dado de sí, las nuevas tapicerías se dotan con tejidos con una martindala muy alta.

La martindala es una prueba a la que se someten las telas usadas en tapicerías, que cosiste en la exposición prolongada a unos discos giratorios que abrasan poco a poco el tejido hasta desgastarlos, de esta forma se cuenta el número de vueltas que han dado y eso es el ciclo de veces de martindala, a mayor número de ciclos, mayor resistencia.