En cines y teatros las butacas no siempre facilitan una accesibilidad para todas las personas, desde personas con discapacidades a niños y niñas que por su estatura tienen que usar los elevadores infantiles, algunos adultos no pueden ver adecuadamente la película o escenario. Es ahí donde las distintas normativas han ido exigiendo las distintas reformas y nuevos diseños en cuanto a ergonomía y accesibilidad.
Muchas de las normativas de adaptación a recintos y espacios cerrados confluyen en genéricos que exigen un mínimo de plazas para personas con discapacidad. Por ejemplo, para personas con falta auditiva se reserva siempre una plaza por cada 50 butacas, disponiendo dicha plaza de mejoras acústicas y servicio de interpretación de lenguaje de signos en las primeras filas.
Existen muchos cines que todavía mantienen un diseño antiguo, pero afortunadamente las nuevas construcciones de cines y teatros ya contemplan estos espacios destinados a mejorar la experiencia no solo para personas con discapacidad, también y de forma genérica los ángulos de visión son mejores que antaño y por ello los elevadores infantiles ya se usan menos.
Puede decirse que el cine y el teatro son dos de las expresiones artísticas con mayor número de usuarios. Sin embargo, las personas con discapacidad encuentran graves problemas de accesibilidad para disfrutar de estas dos actividades. Asimismo tanto en cines como teatros se destinan zonas preferentes para personas con dificultades visuales, ubicándose en puntos donde las dificultades mencionadas se reduzcan.
La ubicación de una persona con discapacidad en la sala precisa de los siguientes requisitos:
- Preferentemente debe situarse en la planta baja, pero no necesariamente en la fila 1, ni delante de ésta en los cines.
- Cercana a la salida de emergencia, a la zona de aseos y a otros servicios.
- Deberá procurarse la integración de usuarios de silla de ruedas en el bloque de butacas y sobre pavimento horizontal.
- Se señalizará la ubicación de los usuarios de silla de ruedas en el suelo.
- Será necesario evitar que la persona sentada en su silla de ruedas se convierta en una barrera visual para otro espectador.
- Se tendrá que respetar la posibilidad de reserva del asiento contiguo para posible acompañante
Al margen de la accesibilidad, la comodidad y la seguridad tienen que compatibilizarse. De esta forma todos los materiales de que se componen las butacas y accesos han de cumplir con la normativa ignífuga. En este contexto, aquellos accesorios adaptativos para menores como los elevadores infantiles también han de reunir esta condición por seguridad.
