Un espacio lúdico para cualquier persona que desee conocer las entrañas del teatro y perder el miedo escénico tras levantarse el telón frente al patio de butacas. De esta manera La escuela de Teatro de Silla pretende ilusionar a un público que desea formarse inicialmente quizás no como profesionales, pero sí para desarrollarse en determinadas habilidades que ofrece el mundo escénico.
Muchas asociaciones y entidades culturales públicas como la Escuela de Teatro de Silla, fomentan la intervención educativa a través del Teatro como una herramienta indispensable en la formación personal, artística y humana de nuestros jóvenes.
Con la participación de estas actividades, el teatro social es una herramienta que promueve el protagonismo de las personas, que facilita el aprendizaje colectivo desde las experiencias humanas y que supone un instrumento para la participación activa en la transformación de la realidad.
Tanto para quienes disfrutan del teatro sentados en sus butacas como los propios actores, la motivación, la participación, el espíritu crítico, la mejora de las habilidades sociales y la confianza en las propias capacidades, el trabajo en equipo, los valores como la solidaridad, el respeto, el diálogo y la interculturalidad son algunas de las muchas razones por las cuales el teatro social participativo cobra mayor importancia en la sociedad.
Pero lo más importante es transmitir un lenguaje expresivo facilitando la creación de lazos relacionales, de esta manera se genera opciones y realidades de relación entre la persona y el entorno social.
Por ello muchos ayuntamientos ponen en énfasis esta herramienta democratizadora entre sus actividades socioculturales. De esta forma la acción se centra en un espacio teatral como lugar de expresión. Se basa en la idea de que todas y todos somos artistas y podemos usar el Teatro y otras artes como medios democráticos de transformación de la sociedad.
En línea con los argumentos ya presentados, las experiencias docentes de que se tienen conocimiento confirman las ventajas antes mencionadas, aunque esta práctica aún tenga mucho terreno por ganar en el medio educativo, son los ayuntamientos en sus presupuestos socio-culturales los que están abriendo este maravilloso campo de aprendizaje.
