Desde el 10 de Noviembre de 1915 que se inauguró el Teatro Olympia de Valencia, este gran espacio escénico ha ido incorporando todo tipo de géneros y otras actividades, como por ejemplo danza, ballet, flamenco, humor, magia, monólogos, musicales, ópera y por supuesto mucho teatro. Desde su patio de butacas las vistas son inmejorables, con una comodidad e isóptica excelentes.
Poco tiempo después, en el año 1923 se transforma en sala cinematográfica por la mayor rentabilidad y tirón del celuloide, entre otros. Setenta y un años después, vuelve a programar teatro por la pérdida de espectadores que sufren las salas de cine tradicionales.
Este teatro ha demostrado con creces un espíritu dinamizador que ha contribuido a mitigar los desafíos que la intolerancia, el desprecio y la violencia nos han ido llenando con piedras todos los caminos de la vida. El teatro tiene un papel, un papel noble, que hacer avanzar a la humanidad ayudándola a levantarse antes de que caiga en los errores trágicos del pasado.
Desde el patio de butacas del teatro Olympia de Valencia se puede disfrutar de un importante elenco de artistas, desde el humor de Santiago Segura, José Mota y Florentino Fernández o los monólogos de Raúl Antón, el humor y las risas no faltan en unos momentos en los que necesitamos acercarnos en la medida de lo posible a la antigua normalidad.
Solamente el teatro nos ofrece una burbuja imaginaria, un oasis que nos deleita y nos invade con aquello que queremos oír y ver, lo que nos gustaría sentir y vivir e n condiciones normales.
Una vez sentados en sus butacas, podemos apreciar los motivos naturalistas y el empleo de fuertes colores dorados, negros y rojos en la decoración de su interior. Es un espacio cultural del que se pueden aprovechar su emplazamiento para realizar conferencias, convenciones, grabaciones de anuncios o sesiones de fotos.