El teatro como tal ha perdido el significado principal que tenía, desde que se decretó el estado de alarma por el Covid-19 y es el de transmitir emociones desde el escenario, así que todos los teatros de España han quedado vacíos y cerrados a la espera de que pase esta crisis sanitaria. Pero mientras tanto desde casa muchos de nosotros hemos podido experimentar mil y una formas de reinventarnos, viendo a través de las redes sociales e incluso desde los balcones cómo nos hacemos nuestra propia foto tras una cortina imaginaria mientras nos graba con el móvil otra persona.
Personalizar nuestra propia mini obra de teatro en casa no ha supuesto ninguna dificultad, sacando de nosotros lo mejor y descubriendo facetas que no imaginábamos que pudiésemos tener. Ello ha llevado a reforzar si cabe aún más la cultura de las artes escénicas desde un punto de vista básico, pese a que esta crisis sanitaria ha reducido mucho el acceso al ocio cultural, no es menos cierto que por otro lado todas las personas han podido experimentar una introspección durante tantos días de encierro, de esa manera el teatro sigue vivo desde el salón de casa o desde el balcón, a la vista de todo el vecindario.
Desde músicos, cantores de ópera, mimos y actores han demostrado su pasión día tras día, incorporando nuevas y creativas ideas.
Otra propuesta la tenemos desde La Teatroteca, otro medio donde podemos seguir disfrutando desde casa del teatro, una mediateca del Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM- Ministerio de Cultura y Deporte) pensada para dar a conocer nuestras artes escénicas mediante un sistema de préstamo en línea gratuito, sin ánimo de lucro y limitado.
Con este recurso público, hemos podido y tenemos la posibilidad de disfrutar del teatro en casa, con miles de obras totalmente disponibles con tan solo registrarse gratuitamente.
Las herramientas online han supuesto una tabla de salvación para el sector del teatro, que ha visto cómo de la noche a la mañana se cerraron las cortinas de sus escenarios. Pero ahora el teatro no iba a ser menos. La iniciativa «teatro confinado» y otros formatos han abierto las puertas de muchos escenarios, de manera virtual para volver a reunir a actores y espectadores.
Estos cambios demuestran que variedades y formatos a menor escala que antes irrumpían tímidamente como teatro innovador aficionado, ahora están asomando como una apuesta clara hacia el teatro personalizado, un teatro más íntimo, donde la cortina desaparece. Ejemplo de ello lo tenemos en el teatro inmersivo, siendo una cultura flexible que prácticamente se consume a la carta con actores amateurs que ofrecen un teatro a domicilio, con guiones originales y más creativo que nunca.
Con esta modalidad, el teatro va a adaptarse para salir adelante, ahora que hay que mantener la distancia social de seguridad, el microteatro tiene una salida hacia delante mucho más abierta y clara, dispuesto a personalizar a gusto del cliente y con una duración de entre 15 minutos a media hora.