La magia y la acrobacia de muchas compañías de teatro orientadas al circo moderno hacen que el público vibre sentados desde sus butacas, con todas sus habilidades físicas y sus variedades artísticas, han transformado durante años el extraordinario espectáculo del circo. Al igual que en el Teatro Circo de Albacete, en muchos otros teatros de esta naturaleza este tipo de espectáculo suele estar formado por bailarines, trapecistas, equilibristas, malabaristas y contorsionistas, cuyo particular arte está, además de su compleja e inigualable técnica, en la extrema juventud de muchos de sus componentes.
El teatro acrobático roza y traspasa fronteras en su búsqueda de nuevos desafíos, nuevos lenguajes y dramaturgias que continúan sorprendiendo, cautivando y llenando de ilusión al público. En este nuevo concepto de teatro y acrobacias no existen domadores, jefes de pista, payasos o trapecistas y tampoco le basta con mostrar las proezas físicas de sus artistas, sino que pretende sugerir y transmitir un mensaje al espectador a través de ejercicios acrobáticos que se mezclan con mímica, clown, danza y música.
El nuevo circo de acrobacias representado en teatros ya no está formado por clanes de familias, sino por artistas que vienen de todas partes para integrarse en un proyecto que requiere de mucho sacrificio y muchas horas de ensayos. Muchas de estas funciones se dan en grandes carpas bien instaladas en lugares como el Charco de la Pava en Sevilla, como es el caso del Circo de Soleil con su espectáculo Kooza. Desde su gran grada circular de butacas se pueden ver grandes actuaciones que combinan música, danza y actos circenses que incluyen contorsionismo, danza aérea, malabarismo, acrobacias y gimnasia sobre trapecios, alambres o cuerdas, trampolines, entre otros, y se caracterizan por tener una trama como hilo conductor de la producción.
El espectáculo de Kooza dura 2 horas y 30 minutos, que incluye dos actos con un intermedio de 25 minutos, para que el público pueda levantarse de sus butacas y estirar las piernas. Decir que los niños menores de 2 años no pagan entrada, pero tienen que permanecer sentados en el regazo de sus padres. Para los niños mayores de 2 años tienen que pagar su propia butaca de teatro. En cuanto a la ubicación encontramos que su patio de butacas circular se divide en sectores y normalmente cuenta con un total de 2500 asientos en la carpa. En los espectáculos en estadio la capacidad suele variar entre 3000 y 5000 asientos. La opinión unánime del público que ha visto este espectáculo dice que desde cualquier lugar se ve bien, aunque desde las butacas de más arriba se pierden detalles importantes en cuanto al vestuario y a maquillaje.
Si elegimos la zona más baja de asientos tendremos una vista privilegiada si se trata de observar las acrobacias a pie de pista, pero en el momento que se elevan a gran altura desde las butacas inferiores cuesta seguir sus movimientos.