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Con una capacidad para 500 personas, el Teatro Marquina se construye sobre un solar que el dramaturgo Eduardo Marquina legó al Montepío de Autores, por eso lleva su nombre. Este teatro ubicado en el barrio de Justicia en el centro de Madrid, se inauguró en el 1962 y tras haber cerrado sus puertas en el año 1982, volvió a abrir dos años más tarde hasta que en el año 1996 se derribó para reconstruirlo con más adelantos.

Desde su patio de butacas se puede disfrutar de una gran variedad de espectáculos, entre ellos queremos destacar el impactante show de Jorge Blass que está hasta este mes de Enero de 2020. Este ilusionista que tantas y tantas buenas tardes ha dado a miles y miles de personas con su inspiración creadora y nuevas ideas que siguen sorprendiendo a todos.

En el teatro Marquina también se puede disfrutar del Imitador, encarnado por el actor y cantante Julián Fontalvo nos trae una infinidad de voces. Su record ostenta el de imitar hasta 25 cantantes internacionales en tan solo 8 minutos.

Mujeres al borde de un ataque de risa” es otro ingenioso y desternillante espectáculo para reír, es diversión a raudales, es talento y arte al mismo tiempo, pero sobre todo, es la unión de grandes actrices cómicas que se encuentran en el mejor momento creativo de su carrera profesional. Coria Castillo y Maru Candel, representarán fragmentos de sus espectáculos “Nací princesa porque zorras sobraban”, “Todo pasa por algo, amor” respectivamente, y actuarán de la mano de “Ana Cardo” un peculiar personaje interpretado por Alicia Lobo, para ofrecernos un divertido espectáculo de comedia femenina.

Y para que desde el patio de butacas toda la familia pueda participar con un rato divertido, activo, dinámico, fresco y además educativo, donde los niños sugieren palabras para que los propios actores inventen de manera improvisada historias, canciones y rimas.

Este teatro no es de los más grandes que digamos, pero está bien mantenido, con un amplio patio de butacas, quizás las que están en su parte trasera pierden visibilidad. La disposición de este teatro es en dos, dividido por un pasillo central y en su parte superior un segundo nivel con unas butacas perfectamente conservadas, de líneas suaves y redondeadas que están acompañadas por madera en su respaldo en forma de ribeteado o moldura, además de sus reposabrazos.

Un teatro con buen aforo y asientos muy cómodos  tapizados en terciopelo ignífugo. El local por fuera no es especialmente moderno, aunque una vez dentro está decorado con encanto y cierto estilo. La sala es agradable y con espacio suficiente para sentarte y estirar las piernas.