Es quizás que tengamos constancia histórica sobre el Teatro Español de Madrid como uno de los más antiguos de Europa, desde sus butacas se puede respirar y sentir la larga cronografía plagada de sucesos de este teatro, que aquí os resumimos. Llamado a ser por su ubicación en la calle del Príncipe la sucesión del origen de la denominada Cofrafía allá por el siglo XVI, que creó Felipe II.
Su construcción originaria se mantuvo hasta 1735, año a partir del que se levantó un nuevo edificio bajo el arquitecto Juan Bautista Sachetti en colaboración con Ventura Rodríguez, terminando las obras diez años más tarde. En ese momento, cambió su denominación de Corral del Príncipe a Teatro del Príncipe.
Entre el año 1735 y 1802 en época de Leandro Fernández de Moratín se representaba la comedia nueva sobre el escenario del Príncipe, un dramaturgo y poeta español, el más relevante comediógrafo neoclásico del siglo XVIII español. En 1802 se produce un gran incendio, quedando en pie solamente la estructura exterior del teatro. En noviembre del año siguiente, el marqués de Hermosilla dirigió al Ayuntamiento una instancia demostrando la necesidad de construir un nuevo teatro, dándole un nuevo aspecto tanto en su exterior como en su interior, mejorando sus butacas y en general todas sus instalaciones de acceso.
Desde 1825, bajo la dirección del empresario teatral francés Juan Grimaldi, el Teatro experimentó una serie de mejoras tanto estructurales (iluminación, tramoya, butacas, etc) como artísticas. Fue en el 1849, el Teatro del Príncipe cambió su denominación por la actual de Teatro Español. Contaba con un aforo de 1200 personas y su titular era el Ayuntamiento de la ciudad, pese a que fue arrendado por el Gobierno de la nación. Bajo el impulso del Ministro de la Gobernación, Luis José Sartorius, se pretendía crear lo que se llamó un teatro modelo.
Pero el Teatro Español tal y como lo conocemos hoy día sufriría varias reformas por el camino, entre 1887 y 1894, el arquitecto Román Guerrero reformó ampliamente el teatro, cambiando en las siguientes décadas de titularidad con sucesivos arrendatarios en régimen de concesión. En 1925 el arquitecto Pablo Aranda, sucedido por los Luis Bellido y Enrique Colás, realiza una nueva reforma del teatro, que finaliza cuatro años más tarde.
El 19 de octubre de 1975, el Teatro sufrió un nuevo incendio y tras ser reconstruido en el año 1980 volvió a reabrir sus puertas con un aforo algo más reducido. En este teatro se pueden disfrutar también de espacios como la Sala Margarita Xirgu, inaugurado en 2005. Se trata de una ampliación del Teatro Español. Consta de un aforo de 107 butacas situadas sobre gradas, de este modo el espectador se sitúa con gran proximidad al espacio escénico.
En esta pequeña sala se pueden ver auténticas maravillas del teatro contemporáneo y transgresor, que trata con personajes de la vida cotidiana temas existenciales tan reales que parecen sacados de la misma calle en streaming, haciéndonos creer por momentos la autenticidad de los personajes.