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Si nos remontamos a los años 80 aún podemos recordar aquellas butacas antiguas de cines y teatros de madera, donde nos acomodábamos para que a la media hora empezáramos a notar algún que otro suplicio por lo rígido de sus asientos. En estos cines íbamos para ver las películas panorámicas o en cinemascope de aquellos años. Para los de filosofía retro o los nostálgicos todavía se pueden comprar algunas de esas viejas butacas en el mercado de segunda mano.

Si hemos encontrado alguna butaca de segunda mano, hay que tener en cuenta que en aquellos cines donde sus butacas eran de madera probablemente tendrán que pasar por una restauración, dependiendo de su estado, muchas de estas antiguas butacas tendrán que aplicarse un tratamiento anticarcomas una vez hayan sido lijadas y limpiadas de los restos de barniz y pintura en su superficie. Este tipo de butacas están especialmente buscadas por los amantes a lo retro y estilos vintage.

Pero si quieres comprar butacas antiguas de teatro o de cine tapizadas para hacer tu propio minicine en casa, piensa que en su restauración la elección de los tejidos es muy importante porque la resistencia es la que va a determinar la duración del tapizado. Para asegurarnos de que nuestra butaca va a quedar bien, tendremos que decantarnos por un tejido acorde al uso que le vayamos a dar. Porque no es lo mismo una butaca de cine que la que vayamos a poner en nuestro hogar. En las butacas de cines o teatros el uso es constante y el roce o fricción termina por desgastar las telas y tapizados. En muchos casos se usan tejidos con una martindale de muchos ciclos para reparar el tapizado del asiento y respaldo. La martindale es un concepto utilizado para probar la resistencia de las telas al roce o fricción, utilizándose una máquina con discos giratorios que simulan el efecto de sentarse y moverse sobre la butaca. Este tipo de pruebas se tienen especialmente en cuenta cuando se tratan de tejidos usados en butacas de cines y teatros.

La clasificación más comúnmente usada en la comprobación de tejidos para medir su resistencia es la siguiente:

MENOR O IGUAL A 10.000 CICLOS MARTINDALE: Son telas que se deben utilizar para cortinas muy livianas y cojines delicados, al igual que artículos de lencería como sobrecamas, algunos manteles, pieceros etc.

DE 10.000 a 15.000 CICLOS MARTINDALE: Son telas que se pueden utilizar para tapicería ocasional, para elementos que no tengan mucho tráfico como por ejemplo: un puf auxiliar de una sala, una banca o Bench de una entrada o un cuarto, una silla de escritorio que tenga un uso moderado.

DE 15.000 a 30.000 CICLOS MARTINDALE: Por lo general estas telas son utilizadas en la tapicería de muebles de uso diario o cotidiano, son telas que resisten un tráfico de hogar mucho más continuo que el ciclo pasado.

DE 30.000 a 50.000 CICLOS MARTINDALE: Estas son telas y fibras que resisten un tráfico pesado, ideales para hoteles, restaurantes, edificios, oficinas y todos aquellos espacios que por lo general son comerciales.

También encontramos telas que superan los 50.000 ciclos llegando sus valores a oscilar entre 80.000 a 100.000 ciclos de abrasión, estas telas son utilizadas en auditorios de conferencias, salas de cine y teatros.