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Los cines ahora tienen más colorido que nunca con el nuevo alzador infantil multicolor de Korflip y formado por 5 colores en un set de 36 unidades. Un elevador que da mucho juego gracias a su fácil manejabilidad, producto de su práctico e innovador diseño. En estas fotos pueden observar con detalle cómo sus líneas ondulosas dibujan perfectamente el asiento adecuado de los más pequeños sin crear molestia alguna. En el diseño de este alzador infantil se han tenido en cuenta parámetros importantes como la usabilidad, la seguridad y la confortabilidad.

La usabilidad es la medida en que un producto puede ser usado por determinados usuarios para conseguir objetivos específicos con efectividad, eficiencia y satisfacción. … Las pruebas de usabilidad que realizamos nos permiten trazar relaciones entre los resultados obtenidos y las características del propio alzador.

En el caso del alzador infantil, lo primero que llama la atención a los niños es su fácil manejo ya que tiene un peso muy liviano y un asidero para poder manejarlo cómodamente.

Con respecto a  la seguridad en los cines, teatros o auditorios, desde que está en vigor el Código Técnico de Edificación (CTE), todos los edificios destinados al ocio de esta naturaleza tienen que cumplir con unos requisitos que prevengan y protejan al usuario de un incendio. Entre los elementos constructivos de estos edificios hay que hacer referencia a la incombustibilidad, un concepto que llevan inherentes los alzadores Korflip en dos niveles. Un nivel estándar gracias a la composición versátil y confiable del pvc con que están fabricados y que aseguran un retardo a la llama. Aunque si se quiere una seguridad total, los alzadores Korflip tienen una versión ignífuga certificada bajo Homologación (UNE EN 60695).

Por último la confortabilidad de un alzador infantil para butacas de cines se mide atendiendo a la sedestación de los niños y niñas durante un periodo en concreto, normalmente entorno a 2 horas que es lo que puede durar una película a lo máximo. Su base está perfilada con una suave pretuberancia con el ancho morfológico de un niño al sentarse, con lo que evita que éste se pueda deslizar hacia los lados.