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Aunque pueda parecer un tema menor, los elevadores para butacas de cine son un accesorio que pueden disfrutar cualquier niño o niña de corta edad, pero ¿qué ocurre cuando una persona independientemente de su edad tiene alguna discapacidad visual orgánica?. Lo cierto es que si tan sencillo es como colocar los elevadores sobre las butacas de cine para que los niños y niñas puedan ver perfectamente su película, ¿por qué no disponer de unas instalaciones adaptadas para que personas con discapacidad física, auditiva y visual puedan disfrutar también de unas horas de ocio?. Conseguir que la accesibilidad al cine para personas con discapacidad sea una realidad hace de éste tipo de espacios un lugar más integrador y para ello se toman medidas en el diseño  y tecnologías audiovisuales.

Para las personas con una discapacidad severa visual se establece la norma UNE 153.020 sobre audio-descripción para personas con discapacidad visual. Para conseguir que una audio-descripción esté homologada se realizan audio-guías, que han de respetar un código de buenas prácticas para garantizar la accesibilidad. Estas implican el análisis previo de la película, la confección de un guión coherente, su posterior revisión y corrección, montaje y revisión de la grabación para comprobar que se cumplen todos los requisitos.

Una buena audio-descripción permite que el espectador ciego o con discapacidad visual pueda conocer con detalles el ambiente y contexto del audiovisual que está siguiendo, sin tener que preguntar a otras personas o acompañantes. Con medios tan sencillos, innovadores y seguros como los elevadores infantiles Korflip u otros co n un componente más tecnológico como los sistemas en audio-visualización adaptados, acaban siendo indispensables para el desarrollo de la inclusión social.

Por ello en términos generales de accesibilidad en un cine o teatro, deben admitir determinadas características que incluyan además pasillos lo suficientemente anchos como para poder tener acceso mediante sillas de ruedas, contar con salva-escaleras en el interior de la sala, butacas con una separación no menor a 50 cms entre filas o la de tener reposabrazos abatibles entre otras medidas. Aún existen muchos cines que por su configuración o diseño a lo largo de los años aún mantienen sus viejas estructuras y medidas, por no mencionar el tipo de mobiliario que se ha quedado obsoleto.

Aunque por otro lado las nuevas construcciones ofrecen hoy día más cines que integran más medidas para que todo tipo de personas independientemente de su condición física por temas de salud puedan disfrutar de una buena película en todos los sentidos. De la misma manera que se invierte en mobiliario especial para los interiores de un cine, también se tienen en cuenta plazas de aparcamiento para personas de movilidad reducida, taquillas y mostradores con dos alturas «1,1 metros y 0.8 metros», rampas de acceso y aseos accesibles.