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Desde la tramoya hasta el patio de butacas, pasando por los accesos de un teatro, todos los materiales que se usan tienen que tener cualidades ignifugas, siendo de especial atención todos aquellos que están compuestos por textiles o revestidos por ellos, desde cortinas, tapicerías, enmoquetados, telones, revestimientos en cableados para iluminación o tarimas. Así que cuando hablamos de compartimentación, la propia palabra nos trae a la memoria el significado de puertas estancas que separan una sección de otra. No se trata de un barco, estamos tratando ahora con un escenario de teatro y un patio de butacas donde asiste un público y que por su seguridad tiene que disponer de otros sistemas de seguridad de vital importancia, como son las entradas y salidas bien señalizadas con apertura automática en caso de activación de la alarma de incendios. Como la zona técnica de la tramoya es donde hay más materiales y mecanismos móviles, siempre tiene un riesgo mayor de que pueda generar un incendio, por ello se dota la embocadura del escenario con un telón cortafuegos que en caso de incendio se despliega y sella herméticamente toda esa zona, aislando el fuego del patio de butacas.

Un telón cortafuegos tiene que aislar también el humo, dando por descontado que los materiales que puedan entrar en combustión no sean tóxicos o al menos lo menos posible. Hay que recordar que la mayoría de personas que mueren o se ven afectadas en un incendio lo hacen a consecuencia del humo y los gases tóxicos, como el  CO2 (dióxido de carbono) y el CN (cianuro), un alto precio que pueden pagar las personas por no contemplar en un recinto cerrado con un buen sistema de seguridad contraincendios. Una vez aislado el fuego y el humo dentro de la caja escénica entra en acción los sistemas de extracción y control de evacuación como un todo que funcionan de forma coordinada. Así que se puede dividir la protección contra incendios de un edificio como es un teatro en cuatros aspectos fundamentales, no alternativos entre sí, sino complementarios y obligatorios:

1.- Extracción de los humos y el calor hacia el exterior, producido en un incendio

2.- Detección anticipada del foco del incendio y aviso inmediato al centro de control

3.- Extinción del fuego por medios manuales y/o automáticos (protección activa)

4.- Resistencia a altas temperaturas por un tiempo adecuado de los elementos delimitadores o compartimentadores de los sectores de incendio (protección pasiva) como son los que ofrecen los telones cortafuegos.

Con estos requisitos el eficaz funcionamiento de cada uno de estas medidas condiciona de los restantes, así, por ejemplo, una correcta evacuación de humo y calor al exterior implica un menor calentamiento estructural del edificio o establecimiento.

La evacuación de humos y calor de la zona en donde se produce el incendio se puede realizar estática ó dinámicamente, por un lado tenemos la evacuación estática mediante aireadores (exutorios) de cubierta que se abren automática o manualmente siendo la mejor solución en los edificios de pública concurrencia como un teatro. Este sistema es similar al que podemos encontrar también en atrios o patios de escaleras. Pero para que este sistema gane en efectividad al mismo tiempo que los extractores hacen su trabajo la renovación de aire limpio y fresco ha de ser constante y de forma que se haga en zonas alejadas del foco del incendio para que no se cree un efecto chimenea. Los aireadores para extracción natural de humos y calor en cines y teatros deben cumplir con los requisitos definidos en la normativa específica UNE EN 12101-2 y, para extracción forzada, la UNE EN 12101-3.