Son muchos los recuerdos que nos traen estas antiguas sillas plegables que formaban el patio de butacas de muchos teatros, algunos de ellos se han ido reformando con el paso de los años y otros desaparecieron. Recuerdos y emociones, sonrisas y lágrimas, vaqueros, y piratas de personajes que hoy día forman parte del mito del cine se proyectaban en teatros que contaban con grandes pantallas.
Con la llegada de la cinta de video allá por los 90 y la aparición de los videoclubs muchas eran las familias que se apuntaron a la moda de ver el cine en casa alquilando películas, lo que poco a poco fue mermando y languideciendo muchas viejas y antiguas salas de cine. Muchos de ellos dotados con butacas de madera que crujían al sentarse y en donde se hacían hasta pausas a mitad de película. Pero con la aparición del DVD todo se precipitó aún más si cabe, quedándose poco a poco vacías las poquitas salas de cines y teatros que quedaban. La imagen del ayer de estas salas que cerraron a consecuencia del progreso tecnológico audiovisual, fue a raíz del progreso tecnológico donde las familias a través del VHS y BETA comenzaran a acostumbrarse a ver películas en casa, más tarde con el DVD se afianzó aún más y los cines empezaron a decaer. Otro revés para las grandes salas multicines que sienten cada vez más la crisis es por la oferta que ofrece la televisión a la carta, pero aún hay esperanza para esos entrañables cines, porque muchos se están reconvirtiendo en salas para uso polivalente, como por ejemplo en espacios teatrales para actividades escolares. Etc.. En Dos Hermanas el Cine Rocío, un lugar donde muchos hemos asistido a películas legendarias que durante la década de los 70 y 80 exhibían en Cinemascope, para luchar contra la expansión de la televisión que ya comenzaba a aparecer en color con la pequeña pantalla de casa y en donde se sentaban las familias horas y horas viendo series de televisión.
Con la crisis económica que duró entre el año 2008 y el 2014, muchos teatros y cines se vieron abocados a paralizar sus planes de reformas y que durante años habían albergado grandes producciones teatrales, conciertos de música clásica, películas nacionales e internacionales, incluso maratonianas jornadas dedicadas a festivales de cine o teatro.
Con las nuevas remodelaciones y sobre todo los cambios normativos contraincendios en cines y teatros, la obligatoria renovación de butacas ha conseguido dar otra utilidad a estas antiguas sillas plegables que llegan a venderse en muchas páginas especializadas en coleccionismo vintage.
Muchos amantes de las viejas joyas del cine seguro que recordarán aquellos butacones de madera que al estar 15 minutos sentados ya había que cambiar de postura por lo incómodas que eran. Pero por muy duros que fuesen sus asientos, siempre nos hacían disfrutar de aquellas películas que a día de hoy mantienen en nuestra memoria su nostálgico encanto.
Estas butacas nos las podíamos encontrar en dos formas, o bien eran todas de madera (las más incómodas), o bien tenían alguna de sus partes acolchadas, ya fuera el asiento o el respaldo. Claro está que lo difícil será dar con este tipo de asientos si se quiere conseguir una silla plegable de este tipo como decoración en el hogar, que es el uso al que algunas personas les dan para complementar una decoración retro o muy clásica. En las tiendas de antigüedades o de segunda mano es probable conseguir algunas, o si tienes suerte y sabes de algún teatro que estén por remodelar será la mejor opción!.