En este tipo de arquitecturas el diseño constructivo juega un papel crucial en su propia funcionalidad, de hecho los estudios de arquitectura diseñan cada metro cuadrado para que la experiencia de los usuarios de estos espacios de ocio sea la más adaptativa posible a la generalidad del público. Así pues detrás de un diseño que a primera vista nos llama su atención por su estética hay todo un proceso de estudio en cuanto a magnitudes y proporciones, tanto materiales que no se ven como en aquellos que tienen que interactuar directamente con el mismo público, como por ejemplo las butacas, alzadores infantiles o los propios accesos a estos recintos. No solo tienen que guardar un diseño armónico, sino también deben cumplir una función que aporte las mejoras visuales, auditivas y de confortabilidad para una mejor experiencia.
Cualquier empresa que se encargue del estudio, diseño y construcción de este tipo de edificios sabe que determinadas medidas y proporciones no se adoptan por puro capricho, sino que todo guarda relación en base a un todo, se busca siempre la capacidad en cuanto accesibilidad, para trabajar, en divertirse, por su comodidad, etc.
Por lo general al querer conseguir un nivel de tecnificación tan elevado por ejemplo en un teatro-auditorio o un cine, su diseño aunque guarde líneas sencillas o minimalistas en apariencia, sus materiales esconden ciertas cualidades que alcanzan una determinada complejidad por las características funcionales que aportarán en un grado esperado, ergonomía, antropometría, biomecánica, arquitectura, diseño interior, ing. civil, ing. eléctrica, ing. mecánica, psicología ambiental, etc. Pero a veces o casi siempre mantener una prioridad sobre alguno de estos parámetros no es tarea sencilla y se ha de jerarquizar siempre para lograr la esencia o identidad de dicho teatro, auditorio o cine.
Siempre el confort y la máxima seguridad, junto con la concentración del observador en la escena son las premisas esenciales y para ello las butacas y alzadores para niños han de cumplir varios requisitos fundamentales sobre el plano. Junto con las butacas que requieren de un estudio más profundo en cuanto a la antropometría de las personas se refiere, los alzadores infantiles no dejan de ser un accesorio más para ayudar en la visión de los niños y niñas, pero al mismo tiempo requiere de ciertos estudios ergonómicos y de seguridad ignífuga. Como ejemplo ponemos los elevadores Korflip para butacas, que incorporan la opción de compra con certificación preventiva contraincendios, mejor diseño para su almacenamiento y transporte, al mismo tiempo que una mayor variedad de coloreS.
La antropometría aplicada al diseño de cines, teatros o auditorios es una herramienta sumamente útil en el proceso de diseño cuando se emplea con sentido común. Los factores que inciden en la determinación de las dimensiones finales no pueden depender sólo de medidas y distancias. Es necesario mantener unos márgenes que cree el límite espacial y zona de confort de cada usuario, el cual depende del uso al que está destinado el producto. Esto en principio debería ser así, pero no se pueden crear butacas o alzadores personalizados a cada persona, sino que se crea un diseño lo más cercano posible a la media antropométrica de la población para dar con una solución estandarizada. De esta forma parámetros como (altura del asiento, profundidad del asiento, anchura del asiento, altura del respaldo o la altura de apoyabrazos) intervienen en el diseño final de una butaca.