Ya hemos hablado en anteriores ocasiones del teatro inmersivo y de cómo se ha inspirado esta forma de representar el teatro de aquellos actores que quieren reivindicarse en la calle. El teatro de calle es quizás la forma más pura y cercana que tienen los actores de representar fundamentalmente emociones, gestos y diálogo frente a un público espontáneo, los viandantes, ni más ni menos, parece fácil por lo inmediato que resulta, pero sin artificios, sin butacas, sin telones para teatros, sin luces, solo el actor al desnudo, sin cuarta pared, el actor se enfrenta sin esos recursos que le arropan en un escenario. Al no contar con ningún tipo de recurso decorativo, el actor tiene que hacer un esfuerzo aún mayor, utilizando su originalidad para intentar enganchar a la gente que pasa por el lugar.
Cuando vamos paseando por la calle, sentados en una terraza o estamos de compras y nos encontramos con un teatro de calle espontáneo lo primero que hacemos es pararnos a ver y escuchar, los primeros instantes son claves para decidir si acabamos por acercarnos y formar parte del círculo que ya existe, a veces puede que nos encontremos con varios círculos concéntricos, eso quiere decir que a más círculos, aproximadamente entre 4 y 5 se puede considerar que la obra de teatro es un éxito. La energía psíquica que se desprende en un teatro de calle puede llegar a ser muy intensa y los actores lo saben, se palpa en el ambiente, por eso tienen que desarrollar un gran esfuerzo intelectual y dramático.
En algunas ocasiones podemos encontrar alguna representación teatral en la calle apoyado con un pequeño telón que se sostiene con soportes y acompañado con unos banners verticales que hacen publicidad del evento. La función de este telón es solo para organizar las sucesivas escenas que han de representar los actores o a veces sirve para acompañar las actuaciones con un guiñol compartiendo guión con los propios actores. Estos pequeños montajes se hacen para una mejor organización del espectáculo, así los actores entran en escena en determinados tiempos, causando así mayor impacto si cabe, pues de esta forma el público asistente no espera los cambios, como por ejemplo algún cambio de vestuario. Se trata pues de despertar emoción y satisfacción en un círculo teatral de calle requiere de cierta capacidad creativa.
Hasta aquí lo que podríamos llamar al teatro de calle como un arte en vivo, algo previsible, pero existe otra modalidad que se da en los espacios urbanos, como son las cámaras ocultas, sin que el espectador sea capaz de diferenciar a actores de la realidad cotidiana, estos son objeto en algunas ocasiones de experimentos sociológicos para ver la forma en que reaccionan. Es quizás una forma un poco velada para descubrir como actuaría la gente frente a una situación dada, pero es tal vez la forma más pura de descubrir las verdaderas emociones como se pueden ver en numerosos videos en Youtube.
El teatro sea de calle o en cualquier otro formato tiene unos beneficios para la salud valiosísimos, como por ejemplo, soltar nuestras emociones, como reír, llorar, pensar, emocionarse al fin y al cabo es algo que sentimos en el teatro porque una obra o un espectáculo te podrá gustar más o menos, pero siempre va a despertar en ti alguna emoción, ¡atrévete a soltarla y a compartirla!. También es posible que notes la magia, la que se respira en un círculo formado por muchas personas en la calle cuando suceden cosas solo en ese momento y solo lo pueden vivir las personas que están ahí.