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En España existen diferentes fechas y épocas del año donde en muchos pueblos y ciudades se engalanan las balconeras de edificios públicos y de viviendas particulares con motivo de sus fiestas patronales, teniendo su máxima expresión sin lugar a dudas en Semana Santa, sobre todo la de Sevilla en su fiesta grande del Corpus Christi. Este tipo de adornos reciben diferentes nombres, entre ellos y sobre todo cuando nos referimos al ámbito religioso, se suelen denominar «colgaduras para balconeras» o pendones. Las colgaduras para balcón suelen ser de terciopelos con un ribeteado dorado y en el centro pueden llevar un escudo cosido que ha sido bordado previamente. Existen a su vez otro tipo de tapices más elaborados que incorporan las imágenes religiosas de cada hermandad.

Las colgaduras para balcones personalizadas son un artículo religioso muy demandado. La posibilidad de hacer una balconera al gusto del comprador con la imagen del Santo patrón de su localidad, o con la imagen de la Virgen de su parroquia, o con el símbolo de su cofradía…etc, está localizado entre un escaso pero especializado sector dedicado a la fabricación a medida de este tipo de tapices, en este selecto grupo de empresas se encuentra Decoratel España, en donde trabajan con tejidos nobles de gran calidad aprovechando su larga experiencia en la confección de grandes telones para teatros, que les confieren una gran vistosidad y elegancia.

Este tipo de adornos y otros muchos más que podemos ver en las calles junto a los atuendos de los devotos que participan en este tipo de actos, forma parte de un ritual, una representación diríamos que barroca, exaltada y magnificada por imágenes, tronos y una procesión muy cuidada y ordenada. En cada ciudad existen diferentes hermandades que representan una estación de penitencia, o al igual pueden festejar el día del patrón o patrona de su pueblo o ciudad, como por ejemplo las romerías.

La liturgia cofrade o la que se realiza con motivo de una fiesta patronal conlleva una preparación, los propios ayuntamientos, iglesias y otros edificios ubicados en el centro histórico suelen colgar estandartes hechos con telas de terciopelos o sedosas. En Semana Santa quizás se haga más visible a través de los propios participantes, llamados nazarenos, los cuales portan estandartes procesionales, éstos suelen estar realizados sobre paño de terciopelo al igual que las telas utilizadas en la fabricación de tapices, pero se utilizan presentándose recogidos mediante un cordón en su parte inferior, por lo que por su forma se le conoce popularmente como «el bacalao».

Cualquier fiesta religiosa en España se viste con tejidos ricos y suntuosos, generalmente de seda o terciopelo, con dibujos en relieve que parecen bordados, realizados con hilos de seda, oro o plata. También puede ser de lana, algodón o fibras artificiales, pero siempre formando relieves en formas floridas. En semanas y días próximos a eventos multitudinarios como la Romería del Rocío se llevan numerosos actos religiosos en donde los adornos para balcones hacen de cortijero mayor de los desvelos de muchos devotos.

Otro evento muy importante en Sevilla y que está considerado fiesta de interés nacional lo tenemos con el mencionado Corpus Christi, en donde calles y plazas son adornados con macetas que portan flores del tiempo, se decoran los balcones con tejidos aterciopelados con rebites en color oro pudiéndose disfrutar de su centro histórico, donde miles de personas pasean visitando su grandiosa catedral que custodia los diferentes pasos de la procesión. Calles como la Sierpes o Francos son las más visitadas y en donde se pueden apreciar los diferentes adornos típicos en sus fachadas que acompañan con ese rojo castizo de muchos patios sevillanos.

Enormes faldones cubren los exteriores de grandes balcones en las principales calles de Sevilla y los sevillanos se sumergen en la música de cornetas y bandas, el olor a incienso y sobre todo de mucha pasarela en la calle. Los sevillanos bien lo saben y hacen suya esa liturgia mediante un traje nuevo o vestido para la ocasión, llenando de colorido sus calles, disfrutando como no de una gastronomía popular en donde no pueden faltar las torrijas como dulce típico y tradicional de la fiesta grande de Sevilla, también muy consumido en navidad y semana santa.

Estos pendones para balcones tienen su origen probablemente desde la antigüedad del Imperio Romano, donde hacían uso de estos símbolos para mostrar su poder. Así y desde que la iglesia se formó como institución se comenzó a crear todo tipo de simbología plasmándola en tejidos nobles. Un uso más próximo al que hacemos alusión podría darse en las banderolas que vemos colgando de las farolas en muchas calles por donde procesionan las diferentes cofradías de Sevilla. Pero en general los diseños de toda la ornamentación cofrade que se usa en edificios públicos como privados llevan en común el NO8DO característico de la ciudad hispalense o también el escudo nacional de nuestra bandera.

La semana Santa al igual que otras celebraciones como el Corpus Christi han pasado de ser no solo una manifestación religiosa popular, sino también una celebración cultural diversa que se proyecta como escaparate turístico en numerosas ciudades que buscan su singularidad y una forma de diferenciarse para atraer a nuevos visitantes. Pero la semana Santa, en su origen y en su esencia, es una celebración religiosa de la iglesia católica que quiere rememorar colectivamente el núcleo central de su mensaje: la muerte y resurrección de Jesús. Y para ello la liturgia católica ha desarrollado celebraciones con un simbolismo especialmente atractivo en sus contenidos de textos, músicas y símbolos como los que podemos visualizar con el aditamento de tapices, cubrebalcones, colgaduras, faldones o pendones que cuelgan de los balcones.