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Muchas veces cuando vamos al cine con la familia, vemos como tanto al inicio como al final los niños no paran de moverse y de comer, en ocasiones para algunas personas puede resultar molesto tanto ruido, ya que distrae la atención del espectador sobre la trama de la película. A pesar de que a la entrada del cine siempre se ofrecen a la venta diferentes tipos de snakcs, palomitas y bebidas, es algo que resulta un tanto inadecuado, sobre todo cuando termina la película y vemos como algunos asientos quedan sucios. En cualquier caso, todo el mundo sabe que en cualquier cine siempre se limpia antes la sala, aunque siempre pueden quedar restos de comida o manchas en las tapicerías de las butacas.

A día de hoy y para conservar la tapicerías de las butacas de cine, se utilizan en su fabricación asientos y respaldos completamente tapizados con tejidos que además de ser ignífugos, son capaces de repeler la suciedad, principalmente líquidos, gracias a los compuestos en fibras de estos tejidos que han sido tratados previamente con nanotecnología, capaces de impermeabilizar toda su superficie de cualquier elemento, ya sea bebidas o comidas.

Otro aspecto en donde los cines han mejorado bastante es en la disposición de las butacas. En este sentido podemos encontrarnos con espacios habilitados para niños con problemas de movilidad. Lejos quedaban aquellos cines antiguos donde los padres se tenían que llevar un cojín o solicitarlo al acomodador. Eso ya pasó a la historia con la aparición de los alzadores para niños, específicamente diseñados para elevar en altura a los más pequeños y así que puedan ver sin dificultad la película.

En cuanto al comportamiento de las personas en los cines, sabemos que por regla general los adultos suelen mantener la compostura, aunque no tanto los niños, que son más nerviosos. Los cines al ser un espacio público, se han de guardar las formas y la buena educación, por eso es fundamental que los padres y madres conciencien a sus hijos de que están en un lugar compartido y de que no deben corretear ni gritar por sus inmediaciones.

En cuanto entramos en la sala y vamos a ocupar nuestro asiento, tenemos que respetar la numeración de las butacas que nos figura en el ticket. Al sentarnos debemos procurar que irán pasando otras personas para sentarse en la misma fila que la nuestra y por tanto deberemos ser educados y recoger las piernas para que no tropiecen.

Durante la sesión es típico el sentir alguna patadita sobre la parte posterior de nuestra butaca. Es realmente molesto, por lo que a muchas personas les pone nerviosa. En este sentido tenemos que recomendar que no estiren o se crucen tanto de piernas, pues sin querer a veces topamos con los pies en la butaca de delante. En ocasiones vemos como en una sesión donde no hay mucha gente, algunas personas suelen cambiarse de butaca, pero eso puede crear algún conflicto al presentarse la persona poseedora del número de ese asiento, con lo que tendremos que volver a levantarnos y cederles su espacio, ello molestará a las personas que están detrás si ya ha empezado la película.

Otra práctica habitual es cuando se acaba la película es recoger nuestras pertenencias, claro está, pues de la misma manera debemos ser limpios y respetuosos, recogiendo los envases de las bebidas y palomitas, al mismo tiempo que devolver a su lugar los alzadores infantiles si los hemos utilizados, que normalmente están apilados en la puerta de acceso a la sala, puestos unos encima de otros en un carrito con ruedas. Normalmente este tipo de alzadores son de la marca Korflip y son muy cómodos, además de dar seguridad contra cualquier contingencia que pudiera producirse en caso de incendio, pues son ignífugos.