Sumergirse en la experiencia más innovadora dentro de una sala de cine es hoy día insuperable, sobre todo para los que no solemos ir mucho al cine y no nos acordamos de la pureza y nitidez de los efectos sonoros que emanan de los sofisticados sistemas de sonido de un cine y que nos hacen casi levantar de nuestras butacas.
Para los niños el cine es un medio por el cual se forman, por un lado les permite adentrarse no solo en la observación tanto visual como sonora, de las diferentes historias que recrean distintas sociedades, también les ayudan a afianzar conceptos y conocer culturas diferentes a la propia (interculturalidad), formar visiones en torno a sucesos pasados, presentes y futuros que les permiten juzgar y ponerse en la piel de los personajes más relevantes fomentando en ellos los con valores, ideas, pensamientos, actitudes, normas…
Los niños son como una esponja, su cerebro es empático, así lo rearfirman numerosos estudios que tienen que ver estrechamente con el descubrimiento de las neuronas espejo y, recientemente, también con el cine. Así que el niño, al ver imágenes en la pantalla, se ve proyectado e identificado con sus ídolos y demás personajes, aunque la historia que se relate sea muy diferente o surrealista.
Con los nuevos sistemas de visionado en grandes pantallas e innovadores espacios adaptados y configurados para una perfecta audición, tenemos que por una parte se encuentra el factor humano, a que no todas las personas sienten de la misma manera todo lo que oyen y el cerebro de cada una no siempre aprecia las cosas del mismo modo, máxime si tenemos en cuenta que los niños desarrollan a otro ritmo los conceptos que los adultos.
Otra cuestión es el factor técnico y es que ver una buena película en casa sentados en el sofá, no es lo mismo que ir a una sala de Yelmo, que utiliza la nueva tecnología de audio líder en la industria que ofrece un sonido potente y en movimiento que fluye a su alrededor, incluso desde arriba y desde atrás. Hasta 128 sonidos individuales se pueden ubicar con precisión y moverse por el cine con profundidad realista, detalle y claridad, focalizando el momento preciso sobre la trama de la historia.
Ahora bien, no es lo mismo visualizar una película, que oírla, ya que por un lado contamos con una gran pantalla que emite una excelente calidad de imagen, más por otra parte contamos con asientos de butacas bien distribuidos, además de que hoy día cualquier sala de cine cuenta con alzadores infantiles para butacas y éstos pueden ver sin problemas el visionado. Así que nos encontramos con una disciplina mucho más compleja de la que creemos a priori, conseguir una audición adecuada, requiere que los técnicos de sonido analicen mediante la utilización de distintos micrófonos, que se utilizan para configurar los niveles de reproducción, la sincronía entre altavoces y otros parámetros que requieren una única localización para medidas y calibración.
En la actualidad los cines de España cuentan con el más sofisticado sistema de audio que podamos encontrar en el mercado, nos referimos al Dolby Atmos, cuya tecnología de sonido destaca por ser el primer sistema híbrido de sonido envolvente, en la que se entremezclan los canales clásicos del sonido con versiones que van desde los (5.1, 7.1 o 9.1), denominados ‘Beds’, encargados de generar el ambiente inmersivo que todos conocemos hasta ahora junto con objetos de sonido dinámicos conocidos como “objects”. Los objetos pueden ser cualquier sonido en la escena: el chillido de un niño, la bocina de un coche, el vuelo de un pájaro… Los creativos de post-producción pueden decidir exactamente dónde se originarán esos sonidos y por donde se moverán según se desarrolla la escena.
Cuando estamos listos en nuestras butacas de cine, el sofisticado Dolby Atmos, los gritos, explosiones o susurros, se mueven a nuestro alrededor con total fluidez. Y es que el potente procesador de sonido Dolby Atmos se encarga de combinar las diferentes señales, indicando en qué momento, con qué intensidad y en qué altavoz, debe reproducirse cada sonido.
Pero no solo se trata de procesadores y sistemas informáticos que gestionan el sonido, las propias butacas y determinados elementos que a priori pudieran parecernos meros objetos decorativos, cumplen una función mucho más importante. Nos referimos a los materiales utilizados en suelos, paredes y butacas, que pueden variar la calidad del sonido. Estos materiales ayudan a amortiguar las ondas sonoras de un espacio cerrado, acortando notablemente las posibles reverberaciones y consiguiendo un plus en cuanto a la distribución del sonido en la sala. Decoratel España como empresa especialista en la instalación de butacas para cines y teatros, cuenta con un equipo especializado que podrá asesorarle en su proyecto de mejora y acondicionamiento en cualquier punto de España con diferentes soluciones. Así que si va a un cine o teatro en cualquier ciudad, piense que en su gran mayoría, los materiales que encuentra en el interior de un cine, no solo actúan para proporcionar confort y vistosidad, sino que aportan la técnica necesaria para mejorar tanto el visionado como la audición de cualquier película.