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No todas las entradas a un teatro cuestan lo mismo, pues según la ubicación podremos tener mejor visión de la escena. No es lo mismo ver una película en una gran pantalla con la última tecnología audiovisual, que ver una obra con personajes en vivo sobre un escenario.

Las distintas butacas tienen un campo de visión estudiado para compensar en cierta medida las carencias de las que se encuentran más alejadas, además de ello hoy en día todos los teatros cuentan con una gran audición con ayuda de la tecnología.

Pero hay que tener dos cuestiones claras a la hora de valorar el grado funcionalidad de un teatro, que son su confort y su seguridad, junto con la concentración del observador sobre la escena.

En lo que a confort se refiere es condición primordial un aire rico en oxigeno renovado constantemente y sin corrientes molestas, así como una temperatura agradable, un adecuado grado de humedad e iluminación suficiente.

A la hora de instalar un patio de butacas como el del teatro Lope de Vega, hay que tener en cuenta que se ha estudiado la forma de conseguir su máxima visibilidad para el mayor numero de espectadores y es elevando progresivamente las alturas de ojo desde la primera hasta la ultima fila, de manera que las visuales de estos pasen por encima de los que tengan delante.

El dato antropométrico en que se basa el cálculo del escalonamiento o pendiente a dar al suelo es la medida del ectocantus, distancia que va desde el punto superior de la córnea hasta la coronación de la cabeza. Los datos del 95° percentil le asignan una altura de 12,7 cm. que así mismo establecen la altura del escalonamiento o pendiente mencionados. La visión de una fila para determinar el incremento en la altura del ojo que suministre una visión directa al espectador, al pasar las líneas visuales por encima de los que tienen delante.

En el caso del Teatro Lope de Vega donde se han celebrado multitud de obras del Rey León, podemos ver que a priori, en las últimas butacas pudiera darse una visibilidad reducida del espectáculo, pero como la distancia no es siempre sinónimo de “inconveniente”. No obstante, en este tipo de espectáculos, una cierta distancia del escenario proporciona al espectador de una visión más global de las coreografías y los efectos espectaculares que tienen lugar durante la obra y que suponen una de los grandes reclamos de los musicales, y en concreto de El Rey León.