Es una tarea técnica y precisa la que se requiere a la hora de aplicar las mediciones y cálculos correctos para que sobre la superficie de un patio de butacas quede plasmado de forma que las distancias de los últimos asientos no puedan verse afectados por las posibles deficiencias visuales y sonoras.
Normalmente cuando se estudia la instalación de un patio de butacas, se estructura mediante un pasillo central más o menos amplio y dos pasillos laterales, la numeración de las butacas está dispuesta en pares e impares a derecha el izquierda, normalmente los números pares están a la derecha, o sea que las butacas están numeradas de dos en dos, a su vez las butacas están separadas en filas, desde el escenario hacia el hall de entrada.
En los laterales se encuentran los palcos que son pequeñas divisiones que normalmente contienen dos filas de cuatro butacas, hasta llegar a la altura de la primera fila y muchas veces invadiendo parte del proscenio, donde encontramos los balcones, lugares muy privilegiados que albergan hasta cuatro butacas cada uno; estos pueden estar en distintos niveles, desde un poco mas arriba de las cabezas de los espectadores de la primera fila hasta tres o cuatro niveles por sobre el escenario.
Frente al escenario y en niveles superiores están las plateas altas, en uno o dos niveles sobre el patio de butacas.
Las butacas para teatros se colocan de manera que nos faciliten la máxima visibilidad para el mayor número de espectadores, elevando progresivamente las alturas de ojo desde la primera hasta la ultima fila, de manera que las visuales de estos pasen por encima de los que tengan delante. El dato antropométrico estándar en que se basa el cálculo del escalonamiento o pendiente a dar al suelo es la medida del ectocantus, distancia que va desde el punto superior de la córnea hasta la coronación de la cabeza.
Las butacas son también un elemento clave a la hora de dar forma al sonido en un teatro como el Coliseum de Madrid, grandioso y reformado tras varios años de abandono, ahora cuenta con un recinto completamente restaurado y renovado, que va desde la incorporación de nuevas telas ignífugas que decoran el teatro en su interior, hasta la completa reparación de la embocadura del escenario, pintado y acondicionado el suelo con una nueva moqueta completa la reforma de este excelso teatro.
La acústica del teatro Coliseum es muy buena, incluso si nos sentamos en las últimas butacas de la parte alta. El patio de butacas y el anfiteatro han sido totalmente reformados con soluciones acústicas mejoradas a partir de lo que denominan ‘panderetas’ -grandes agujeros en el techo desde donde también la iluminación mejora. Las 1.400 localidades estrenan butacas con terciopelo rojo desde las que se puede disfrutar de las más exitosas obras musicales.
Sea cual sea el tipo de teatro, la disposición de las butacas han de configurarse en función de varios factores. El diseño interior de un teatro exige además comprender una serie de relaciones funcionales complejas ya que posee elementos característicos esenciales e invariables.
Las butacas que tienen en cuenta todos los factores influyentes, tales como la normativa vigente, necesidades acústicas, optimización del espacio y personalización de las butacas con la elección de tapizados ignífugos son las cualidades que todo arquitecto o contratista necesitan para presupuestar un buen proyecto.
Para ello las butacas para grandes salas de teatros tienen que ser concebidas y diseñadas para cumplir todas las normas de seguridad exigidas para locales de pública concurrencia. Será preciso aportar las certificaciones de las normas UNE-23.727-90 iBS 5852.